Factores de riesgo

Autolesionarse, aislarse, tener poco apoyo por parte de los amigos, familiares y la pareja; ser soltero, viudo o divorciado; ser víctima de violencia; estar expuesto a situaciones estresantes; haber sufrido un abuso sexual; estar desempleado; tener dificultades económicas; padecer una enfermedad crónica; tener antecedentes de suicidio en la familia; haber tenido intentos de suicidio; y tener acceso a herramientas que lo faciliten, son los factores más comunes.

No existe un consenso único sobre qué edades son las más propensas al suicidio, aunque la mayoría de los estudios afirman que la población entre 15 y 24 años es la más vulnerable. Esto último no implica que no haya suicidios en otras edades, contrariamente a la creencia popular, también sucede en niños y adultos mayores.

Padecer una enfermedad mental también es un factor de riesgo, ya que entre el 75% y 90% de los suicidios son cometidos por personas con enfermedades psiquiátricas, en especial si se trata de depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastornos de la personalidad, trastornos de ansiedad o abuso de sustancias adictivas, mayormente el alcohol.

El riesgo de suicidio en personas con enfermedades mentales es mayor en los primeros años del inicio de su sintomatología. Tener niveles bajos de Serotonina se asocia con conductas suicidas.

El género también puede ser un factor de riesgo: la ideación suicida y los intentos de suicidio son más comunes en mujeres; sin embargo, el número de suicidios consumados es mayor en hombres. Por cada mujer que se suicida, cuatro hombres lo hacen. Muchos investigadores afirman que esto se debe a que los métodos empleados por los hombres son más letales, como el uso de objetos punzocortantes y armas de fuego; mientras que las mujeres utilizan métodos menos certeros, como la intoxicación por pastillas o sobredosis de medicamentos. También se ha dado como explicación que los hombres piden menos ayuda emocional, por lo que es más fácil que una mujer con ideación suicida reciba atención.

Por otro lado, algunos factores protectores que reducen el riesgo de suicidio son: un buen apoyo familiar, tener relaciones sociales sanas, una buena autoestima, una visión a futuro, y no consumir drogas o alcohol.

Mitos

Existen muchos mitos acerca del suicidio que obstaculizan el tratar esta problemática y brindar atención oportuna a la persona que lo necesita. Algunos de ellos son:

“La persona que amenaza con suicidarse no tiene intenciones de hacerlo”

“Quien quiere suicidarse lo hace, no lo dice”

“Quien intentó suicidarse una vez, no vuelve a intentarlo”

“Si una persona quiere suicidarse, no falla en el intento”

“Quien tomó la decisión de suicidarse lo hará incluso si tratan de detenerle”

“Hablar de suicidio con quien tiene intenciones de suicidarse puede incitarlo a hacerlo”